domingo, 18 de agosto de 2013

Manoseo de un vientre

Tras algunos meses de duda intensiva le he tocado el vientre. Ella se pegaba, yo estaba sentado, y de pie ofrecía, bajo el popelín, su abultado vientre; me rozaba el cuerpo. Hoy me he decido. Ella lo esperaba. No ha movido un músculo. En el vestuario, he explorado a fondo. Y han caído al suelo multitud de hormigas. Una rara hinchazón conectada al útero. Hormiga vaginal, Dorylus pudenda; cunden en las partes. Común en El Bierzo.

7 comentarios:

anónima dijo...

Brutal!!!

Francesc Cornadó dijo...

Es cuestión de edad, primero mariposas en el estómago, luego, más tarde, hormigas en el vientre.
Salud
Francesc Cornadó

El Pobrecito Hablador del Siglo XXI dijo...

Eres extraño... raro de cojones.

Anónima otra dijo...

Tocata asincopada

Anónimo dijo...

¡qué miedo!

Anónimo dijo...

Las mandíbulas de la Dorylus.
La verdadera lección.

de Jaca dijo...

No lo dirás por Barriga Verde? ese se rozaba cuando te cortaba el pelo.