domingo, 21 de octubre de 2012

Gran Corcho
























Yo llevaba entonces un arma corta en la guantera y Rinola Cornejo creía que era de juguete. Ordené que condujera a Gran Corcho al amplio descampado donde terminan Las Ramblas. Corcho apuraba el último pastís en el bar de la mujer marsellesa cuando se acercó Cornejo proponiéndole un trato. Fue un asesinato fácil. Y mi novia quedó deslumbrada. La foto es de los cuarenta por lo que no se nos alcanza a ver.  


6 comentarios:

Anónimo dijo...

La foto es de los cuarenta y está sacada desde el Colón...
Un asesinato con tintes eróticos en el necesario teatro de los machos.

otro anónimo dijo...

señor Lerín sigue viendo Frasier

Sr. Tarraque dijo...



Recórcholis, Rinola,

pesquisa de Cornejo,

qué delicia de pastís,

guantera y entrecejo.

Anónima dijo...

Dicen que Rinola Cornejo existió de verdad

Anónima enamorada dijo...

Quien fuera Rinola!

Perpetuum dijo...

Me pregunto si nos encontramos ante el preludio del estrangulamiento de Rinola, si en este punto adquirió la pobre Rinola "alta, con tendencia a la parodia", su "valor melodramático".