jueves, 27 de octubre de 2011

Obituario

Me pidieron que escribiera unas líneas acerca del que fuera director del Centro Pirenaico de Biología Experimental (C.S.I.C.) recientemente fallecido. Se trataba de editar un opúsculo que recogiera los recuerdos de los que lo habían tratado; dije que mi paso por el Centro fue fugaz, pero insistieron; al final, el texto no les debió de gustar, y no se incluyó. Este es: 


Don Enrique Balcells Rocamora, “El Doctor”.

Siempre dio la impresión de que estaba fuera de lugar, de que llegaba tarde o de que llegó allí demasiado pronto. Doctor en Ciencias Naturales cuando lo que se llevaba era la biología; célibe casto en caminos recorridos por la promiscuidad; cazador de postas y mostacilla cuando ya había llegado el conservacionismo; catalán sin acento, obligado a la inmersión; persona de posibles en terreno de furibundo socialismo; crédulo en el siglo de la incredulidad; triste caballero barcelonés desarraigado y débil. Difícil será recordarlo fuera de sus reductos de piedad y de los paseos por la ménagerie de su centro de investigaciones. Muchos se beneficiaron de él, y él sabía que tampoco así lograba la fidelidad completa. Parece pues lógico esperar que algunos le lloren ante la tumba y que otros se desesperen al conocer los resultados del reparto.    

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[Doctor Grasa en Familias como la mía. Pág. 137 y siguientes] 

8 comentarios:

Denemi dijo...

El senyor Enrique:

http://citologica.org/fteixido/files/2010/03/Balcells-Rocamora-300x275.jpg

Anónimo dijo...

Genial la primera frase:
"Siempre dio la impresión de que estaba fuera de lugar, de que llegaba tarde o de que llegó allí demasiado pronto".
Bueno, el resto de las frases también. Se entiende por qué no le publicaron el texto. Va mucho más allá del homenaje; pero eso no, no no, no lo entiende la gente que homenajea.

Site. dijo...

El azar o la raza
me lleva a este señor y
a fumatear el lenguaje
Señor Querido Enrique.
So.

Anónimo dijo...

Don Paco, con su imperdonable venia pero quizá sí con su perdón, vuelvo a citarle:
"... crédulo en el siglo de la incredulidad; triste caballero barcelonés desarraigado y débil. Difícil será recordarlo fuera de sus reductos de piedad y de los paseos por la ménagerie de su centro de investigaciones. Muchos se beneficiaron de él, y él sabía que tampoco así lograba la fidelidad completa. Parece pues lógico esperar que algunos le lloren ante la tumba y que otros se desesperen al conocer los resultados del reparto".

¡Qué radiografía del individuo y de esos años (vamos, y de éstos)!

Testigo dijo...

Conocí a Balcels/Grasa. Era realmente la mezcla del obituario y Familias como la mía

Testigo dijo...

mejor "síntesis" que "mezcla"

Lupo dijo...

No puedo opinar sobre esta persona por que no la conocí pero la escritura me parece muy buena como todas las suyas. Ya he comprado el libro sobre los libros Esenciales en Español.

1 + dijo...

Brillante, Sr Ferrer Lerín. Simplemente brillante.