Ha ocurrido lo imprevisto, casi lo inimaginable, José Luis Sampedro, de viaje por el nordeste de España, ha necesitado ayuda odontológica y una señora sureña le ha concertado cita con Belita, una dentista local. Sampedro, a la salida, ha comentado que Belita canturreaba por lo bajini. Nunca pude pensar, al escribir Familias como la mía, que pudiera darse un encuentro entre estos cantantes, que son inconscientes de su ejercicio de canto. (Por si alguien no lo recuerda ambas personas son nombradas de esta guisa en ese libro: “...pegado a Nora, excitado como siempre que me hallo junto a ella, escucho complacido el canturreo de mi hembra, esa cancioncilla indefinida que susurra cuando es feliz, una costumbre que sólo grandes personalidades –José Luis Sampedro, Belita, Nardo Vuelco- son capaces de mantener durante toda una vida...”)
sábado, 20 de agosto de 2011
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7 comentarios:
Esenciales canturreos que apuntalan o acuñan nuestro paciente discurrir, o el voraz hacer (elíjase) que nos ocupa.
Don Paco, me resulta extraño que sólo a mí se me hubiese ocurrido dejar un comentario (vaya c...) en esta interesante entrada.
Este sector productivo, el de los comentaristas, es impredecible, nadie sabe qué mecanismos lo mueven.
Sí, don Paco, por no decir qué nos mueve a nosotros, los "inmateriales"-virtuales comentaristas. Mareas, derivas, trayectos, incisiones... Es "bueno" que así sea este asunto: impredecible-imprevisible.
Saludos
Reconozco que esta entrada me paso inadvertida y que ahora la he descubierto en Facebook. Quien es Nardo Vuelco?
Nardo Vuelco era un transexual venezolano al que conocí en Ginebra cuando yo trabajaba de esteticién.
Recordar este "Canturreos" es un homenaje a Sampedro sencillo, casi doméstico. Nos hace recordar a un hombre tranquilo.
Usted siempre tan oportuno, Sr. Ferrer Lerín. Tan sabio, querido amigo.
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