domingo, 5 de junio de 2011
Iconografía 2
“Deogracias Deulofeu hombre avezado, conocedor del registro humano, captó para sus adentros la idea genial de la construcción secreta y a las pocas horas del fiasco ponía sobre la mesa dos alternativas. Esta vez fachadas cuya calle vertical central interrumpía el mar de balcones para presentarse opaca, un paño, quizá mejor un lienzo corregiría de nuevo Juego, de naturaleza ciega, ornamentado con empalagosos, almibarados esgrafiados o bajorrelieves. ¿Qué habría allá? ¿Qué habría tras esa pared ahora? ¿Qué habría en un próximo futuro tras la intervención de Claraco y Bescansa? Compramos los dos inmuebles. Se actuó muy rápido. Y empezamos a operar desde la oscuridad total. Agazapados en un reducto inexistente en planos.” (Familias como la mía. Pág. 277)
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5 comentarios:
"Pero necesitábamos más" (p. 277).
¿Fantasmas quizá?.
En todo el libro pero en especial en este capítulo hay un sentimiento de madriguera, de placer en el ocultamiento, que me resulta muy reconfortante.
"¿Qué habría allá? ¿Qué habría tras esa pared ahora? ¿Qué habría en un próximo futuro...?"
Pues, nada, sólo repito sus preguntas, respetuosamente.
ACRÓSTICO OTRO
Dado que a veces todo se
Enciende y las aves hacen
Ondas en la fugacidad,
Gracias doy al tiempo, a la
Realidad misma,
A la ligereza con que el
Cielo me arrebata la lección
Iniciándome en un avance
A toda prueba.
Sí señoras y señores.
Doy lo que doy a Aquel,
El procastinado,
Urón sin su correcta exhalación.
Le agradezco en su rareza
O en la dedicación a su
Fealdad misma. Creo que
Es así.
Ustedes dirán.
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