lunes, 7 de febrero de 2011

Un atlante

Mi hermana nos advierte de la presencia de un hombre de buen aspecto que cruza la avenida sorteando con rara habilidad todo tipo de vehículos. Sorprende su aplomo, su altura, su pericia. Ahora es de nuevo ella quien nos hace ver que este hombre no sortea los vehículos sino que los aparta gracias a su terrible fuerza y a sus inauditas dimensiones que lo convierten en un gigante y a los vehículos en unas miniaturas. J.M.T. no es un ser humano, o al menos un ser humano al uso, se trata de un coloso que juega con nosotros y con nuestras ciudades y ríos.

6 comentarios:

Joan Marrugat dijo...

Tendremos que evocar el 'Klaatu barada niktó'?

Ferrer Lerín dijo...

He debido acudir a Wikipedia. No recordaba esta expresión; gracias, Joan. Qué gran película, o qué gran impresión me causó aquella primera (1951) "Ultimátum a la tierra".

Roopproc dijo...

¿No se tratará del Golem?
¿No será el mismísimo Dios?
Sí, resumiendo, quizá el mismísimo Klaatu.

Anónimo dijo...

Una pesadilla cotidiana, casi doméstica

Anónimo dijo...

Pero usted sabe quien es, ya que le llama J.M.T. Quién es?

Anónimo dijo...

Hace un musete, pajáááro?