jueves, 1 de enero de 2009

Conocedores

1 comentario:

Anónimo dijo...

Notable, de verdad notable el reflejo de la luz roja sobre el uniforme blanco del enterado conductor. La cofradía de los choferes de Cadillacs... ¿Hablan de sus sueldos, de las amantes de sus empleadores, de sus madres enfermas, de sus propias amantes halladas en un Harlem eternamente nocturno? Empleados por la ubicuidad de sus jefes, siempre dispuestos a llevarles donde sea, aunque sólo ellos conocen el secreto de La Verdadera Mecánica.