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sábado, 25 de abril de 2020

Sagapeno



































Miller


Yo era, por esencia, una contradicción,
fanático del sexo
y con vocación de enamorado
buscaba en los muslos heridas de sagapeno,
esa gomorresina leonada, fluctuante
árbol de Navidad, carestía,
Judío Errante, también los Trópicos,
y no aprendía a desatar las manos
aunque actuaba con un grado tan leve de atrocidad
que extrañaba hasta en Venado Tuerto.

Lascivo inválido, colocaba la lengua seborreica
en el jardín sombrío, por ignorancia,
también yo ignoraba el origen, mi apéndice indiscreto
reproducido, por el imbécil,
en la fuente de los siete anfibios rechonchos,
mi primo imbécil, enemigo
del lascivo inválido, escoria
de una familia menor, dirigida desde la torre
por Carrere tío abuelo que, como Esón,
quiso envenenarme con sangre de buey y,
al no conseguirlo,
rogó a mi padre que, nuevo Learco,
me cazara como a un venado tuerto.

Profesoras,
jóvenes rubicundas, colegialas,
católicas institutrices
ensartadas bajo el olmo, tiempos
en que el mosquito escritor
en la primavera procaz
aún no lo barrenaba, Cristo,
invocábamos a Cristo, abría
las puertas del Cielo, gozábamos,
ese lustro de esplendor, unos años
de esplendor,
de lujuria, carnaval, anarquía, libertad,
confundidos hoy por hoy,
mancillados hoy por hoy,
por la turba tropical,
qué habrá más tonto, Señor,
que un demócrata convencido.

 -- 

Libro de la confusión
Tusquets Editores
Colección Nuevos Textos Sagrados
Barcelona, 2019

6 comentarios:

  1. ... qué habrá más tonto, Señor,
    que un demócrata convencido
    de que la poesía no sirve (par)a nada.

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  2. ANTIESPASMÓDICO

    Anticipémonos
    nutricios y naturales
    tarugos y tenues
    irritantes y balcucientes
    enigmáticos
    suscitadores de una rapidez
    pugnaz y tozuda
    arrancándose de cuajo
    solar y calma
    mutatis mutandis
    óseos y epigramáticos
    dadores del azar
    ictiófagos
    contumaces
    ojalá.

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  3. El hongo que causa la grafiosis del olmo se contagia a través de un escarabajo, no de un mosquito, pero vale lo de mosquito escritor como licencia poética, por otro lado el poema es espléndido.

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  4. El caso del escarabajo, atribuido a la anomalía llamada escritor, tampoco sería un desacierto.

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