Barcelona. Derecha del Ensanche. Difícil saber si es el sueño de una realidad o el sueño de las conversaciones mantenidas con mi madre, en sus últimos años de vida, con ánimo de reconstruir el pasado.
Inarticulado reventó contra el bordillo saturado de colillas borrosas, la goma a jirones, no sé a la altura de qué número, en qué chanflán. A causa del potingue anoté la encrucijada, en el nombre de Hécate, pensando detenidamente en el plato de sopa y en volver mañana y de varios rostros con gestos de reproche en la garita del parking.- Y así pernoctar en el vientre de ballena, rasgada cintura del maltrecho, pero emblemático
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ResponderEliminarInarticulado reventó contra el bordillo saturado de colillas borrosas,
ResponderEliminarla goma a jirones,
no sé
a la altura de qué número,
en qué chanflán.
A causa del potingue
anoté la encrucijada,
en el nombre de Hécate, pensando detenidamente
en el plato
de sopa y
en volver mañana
y de varios rostros con gestos de reproche
en la garita del parking.-
Y así
pernoctar en
el vientre de ballena,
rasgada cintura del maltrecho, pero emblemático
R 11.
Chaflán, querido Kleist, chaflán.
ResponderEliminarMe gustó lo de ayer, en Paisajes de la ciudad, 2.
N os echó. De la esquina
ResponderEliminarvolatilizada
de vuelta,
a la cama.
;)
Istefel. Si no le parece un atrevimiento mi pregunta... ¿ a quien le guiña usted un ojo? Gracias.
ResponderEliminarIstefel. La esquina petrificada, volátil ella. Fue echada.
ResponderEliminardios mio! esto sigue ahí... cada día, en cada minuto
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