Saludo
Al compás de tu
brazo mecánico
las calderas
siguen ardiendo,
renuevan las llamas, levantan
pesados martillos.
Y nosotros, och och
(igual que esa
polea
de madera
astillada),
perdemos la fuerza
como nadadores
en el frío
desierto.
Ten, sin embargo,
hermana, el díscolo
centollo, la
elegancia
extrema, aplica
sobre el áspero
lomo de la cebra
las fuerzas tan
poderosas
que el vaivén de la
vida
no os suponga,
a ti
y a tu hijo
cabezudo,
en esta fiesta
extraña,
anormalidad alguna
sino
feliz recorrido;
grasa en abundancia
sobre los ejes y
la mirada puesta en
el objetivo: carnes
de primera,
espacios
desprovistos de
maleza, limpieza
profunda
en el viejo y
rastrero emisario, cuadrículas
nítidas
en el bloc de
cuaresma
y la herida,
pletórica en larvas, que ilumine
este fin de
milenio.
Och det vart afton, och det vart morgon, den andra dagen.
Y fue la tarde y la mañana, el segundo día.
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Hiela sangre (2013)
Un poema extraordinario.
ResponderEliminarHiela sangre es un libro indispensable.
ResponderEliminarSaludos
Este es un poema no comentado por la crítica, oral o escrita.
ResponderEliminarPues ya se lo comento yo don paco el poema da escalofrios
ResponderEliminarNo es fácil de "comentar", pero desde luego es un poema asombroso, de gran fuerza y misterio. No abundan poemas así en los libros que se publican en España.
ResponderEliminar¿Qué significan las palabras finales en alemán?
ResponderEliminarEl último verso es la traducción.
ResponderEliminarSe trata de la Biblia sueca; Génesis (1:8).
Gracias Sr Ferrer.
ResponderEliminarJoder, Paco.
ResponderEliminarY la foto qué es?
ResponderEliminarLa foto es de una sepultura en la catedral de Jaca.
ResponderEliminarprodigioso...!!!!!!
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