Aumenta muy rápido el tamaño de la cara de Driu Barrimore.
Aumenta y se aplana. Me acompleja. No puedo llevarla a lugares selectos porque
temo que nos veten la entrada. Parece que vaya a caer. A precipitarse de bruces
tan pesada es la proa. Ignoro si ella es consciente. Los humanos creemos que el
aspecto de la infancia perdura y no aceptamos la verdad de los espejos. Su
exmarido comenta en un foro (la tele encendida permite estar siempre bien
informado) que no sabía como peinarla, que si la frente muy amplia, que si la
frente abombada, y que la parte posterior de la cabeza era una protuberancia
enorme. No logro imaginar cómo sería esa protuberancia y, distraído, entro de
golpe en un segundo sueño (alguien pronuncia “vuelco”, “mejor que digas en un segundo
vuelco” oigo que me apuntan). En un segundo vuelco pues, aparezco con Driu
Barrimore convertida en aspirador; las piernas soldadas, como si fuera una
sirena fina, y así la sujeto por donde estarían las pantorrillas o los
tobillos, y con una inclinación de 45 grados conduzco el palo, arriba y abajo,
frotando la cara de Driu Barrimore sobre la más gruesa de las alfombras. (La
cara es una superficie dura que bascula sobre un eje permitiendo su adaptación
si varío el ángulo). En otro vuelco, que no es necesariamente el tercero, estoy
rodeado de una chiquillería irrespetuosa que juega con las palabras (ahora
recuerdo que en esos años andaba ocupado buscando un nombre, una marca para el
nuevo artilugio) y propone a gritos un obvio Barremore. Asqueado, echo mano del
segundo tomo de la Enciclopedia de las Ideas Publicitarias donde hallo un
oportuno “Su seguro aspirador”. Ya con el lema, sólo falta anteponerle el
nombre, y opto por Driubar, pero corro el riesgo de que se pronuncie Driúbar al
sospechar la gente culta, en esta época de carencia ortográfica, que
desconocemos las normas. El creativo me ve preocupado y usa bisturí. Así queda
la cosa: “Driu Bar, el compañero alemán, su seguro aspirador”.
brutal
ResponderEliminar¡Sr. Lerín, gracias por compartir sus alucinantes relatos! Es usted el mejor escritor español vivo.
ResponderEliminar¡Vaya, Sra. Lucerina, en qué compromiso me pone! Tendré que cambiar la fecha de caducidad: http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/2009/04/01/pagina-23/78007661/pdf.html?search=%22Ferrer%20Ler%C3%ADn%22
ResponderEliminarEntre tantos muertos será difícil mantener el primer puesto.
No se preocupe, Sr. Lerín, seguro que supera usted con creces la fecha funesta. Aunque, llegado el caso, tampoco se encontraría mal situado en un hipotético ranking de difuntos.
ResponderEliminarMe quitas un peso de encima, Lucerina (¿o sería mejor Luciferina?).
ResponderEliminarCelebro aligerar su carga. Pero me quedo mejor con Lucerina, en el terreno del maligno abunda la competencia.
ResponderEliminarA veces pienso que sus escritos son obra de un monstruo
ResponderEliminarPon una i donde preciptarse o es precisamente preciptarse la intención pero eso me apuntan y por eso escribo escribe carencia vocal ( no andes con sermones) con eso basta. Las dry Salvages Eliot vivo Cop muerto o vivo digo yo apunta semi-vivo.
ResponderEliminarAspirador recargado. Sueño profundo. Hoover deformado.
Corregido. Gracias Iste.
ResponderEliminarHay monstruos y monstruos... el de las galletas por ejemplo.
ResponderEliminarAl leer la frase "su seguro aspirador" me ha dado un vuelco. Yo soy la creadora de esta frase. Años ha, yo trabajaba en la empresa Nilfisk de aspiradores y otros artiluguios de limpieza. La frase original que venía de Nilfisk en Dinamarca, fabricante de los aspiradores, estaba en un folleto con el dibujo de un mayordomo que decía "su seguro servidor". El gran jefe me pidió que cambiase la frase y me vino a la mente "su seguro aspirador".
ResponderEliminarEs un excelente eslogan, Roser. Felicidades retrospectivas.
ResponderEliminarQuería decir "artilugios"
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