El ornitólogo azul empezó su vida profesional recorriendo
grandes territorios
y acabó ensimismado en la contemplación de un roble al que a veces acudían
torcaces y arrendajos.
y acabó ensimismado en la contemplación de un roble al que a veces acudían
torcaces y arrendajos.
No me extrañaría que en los vastos territorios, al inicio de su vida profesional, jamás se hubiese perdido; y que finalmente, sin embargo, acabase encontrando en el roble un lugar infinito por descubrir, en el que llegase a dominar contra todo pronóstico las singularidades ignotas de torcaces y arrendajos, venidos de quién sabe qué inmensas regiones.
ResponderEliminarDel ensimismamiento al solipsismo solo hay un paso. Cuidado señor Lerín!
ResponderEliminarLos pájaros vendrán al hombre, si él no puede llegar a ellos. Un abrazo.
ResponderEliminarFondo azul.
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=09J-ylTiS1U
Otra vez el azul. Para ser amante de necrófragos, está usted muy evocador, muy machadiano.
ResponderEliminarEs un "azul" automático, surgido de las cavernas de la eufonía y carente de significado.
ResponderEliminarSi surge de ese lugar ya tiene significado.
ResponderEliminarAzul automático
ResponderEliminarhttp://youtu.be/8uSHsGJClyE