Caballo de veinticuatro años devorado por buitres tras
fallecer por causas naturales en una finca del prepirineo aragonés. El ganadero
coloca la momia (huesos y parte de la piel no consumidos por los necrófagos) en
posición vertical apoyándola en unos arbustos. Preguntado por el porqué de esta
extraña maniobra responde que los helicópteros de la Vuelta a España hubieran
podido detectar el cadáver lo que hubiera causado mala impresión y así, puesto
de esta forma, parecería un animal vivo pese a la notable reducción de alzada y
grosor. Fotografía: Juan Carlos Domínguez.
la realidad supera la ficción
ResponderEliminarUn país pintoresco el nuestro.
ResponderEliminarParece intacta la cabeza.
ResponderEliminarLa han vaciado.
ResponderEliminarYa no es un caballo.
ResponderEliminarEs Soberano o fundador, cosa de hombres.
Hay mucho de macabro en esta imagen pero también algo espiritual que no puedo definir.
ResponderEliminarA caballo regalado no le mires el diente.
ResponderEliminarEste refrán lo recuerdo de mi infancia y supongo que para que rimara se decía "A caballo regalado no le mires el dentado"
ResponderEliminarEn este caso lo mejor "A caballo demediado no le mires el dentado".
ResponderEliminarDoce gallinas y un gallo comen tanto como un caballo.
ResponderEliminarMejor: "Doce gallinas y un gallo comen como un caballo". Por lo de contar las sílabas.
ResponderEliminarTurno ahora del insecto
ResponderEliminarpara la momia.
Exacto, don Tarraque, primero el buitre, luego el insecto, y casi siempre el gusano.
ResponderEliminarTambién hay algo de arte contemporáneo, pero en modelo Casual ¿no, don F.?
ResponderEliminarMe temo, Sr. Turut, que poco le queda ya al gusano. Quién sabe. Sin embargo las moscas parecen siempre felices posándose en los fiambres.
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