Pedro, coleccionista de arte, reclama un anillo, de su tatarabuelo, que ha visto en una
exposición y que pertenece a la hija ilegítima de la princesa Sissí. El señor Singer, hermano de Pedro, se interesa por una restauradora llamada Madison, a la que conoció en Orense, y la
invita a ver la ópera de Prokófiev, Der
Spieler.
Dudas razonables:
ResponderEliminar¿El coleccionista y el señor Singer son la misma persona?
¿“Allí” equivale a “en la exposición”?
Es el riesgo de trabajar con estos materiales; sintaxis dudosa, entre otras deficiencias.
ResponderEliminarHay que reconocerle al sr. Singer el conocimiento de la desconocidísima ópera de Prokofiev, "Der Spieler".
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=SMoMoD1ZLHw
Quizás a la srta. Madison le hubiera gustado más alguna de Monteverdi, por ejemplo, "La coronación de Popea".
http://www.youtube.com/watch?v=e-3Sn14rFVg
http://www.youtube.com/watch?v=PXW-le3oLIM&feature=related
ResponderEliminarEsta en el Liceo de Barcelona. Mejor la anterior, con contratenores.
Perdón, mi amor... por Monteverdi me está jugando una mala pasada.
Feliz día de Sant Jordi.
A la salida de la ópera, Madison y Singer se dirigen de mutuo acuerdo al casino y en un acto suicida ante la ruleta, ella apuesta todo sus puentes y él sus máquinas de coser.
ResponderEliminarLos dos pierden. El encuentro del tren y la máquina de coser en el fondo del abismo. Para pasar el mal rato se dirigen a un hotel. Entran en una habitación, se tienden vestidos sobre la cama y, tomados de la mano, comienzan a contarse diversos sueños. Sólo harán el amor cuando amanezca.
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