Con la edad nos alejamos del suelo, dejamos de escudriñar las marcas del terreno; rayas, manchas, pequeñas miserias aplastadas que configuran una geografía que sólo se aprovecha durante la infancia. Al erguirnos, al dejar de reptar, perdemos una información preciosa; quizá la posibilidad de esta ausencia sea la causa del miedo a transformarnos, algún día, en adultos.
Huy, parece una pata de Istefel...digo del Kraken!!
ResponderEliminarHablando en serio....la infancia es una época de felicidad?? Voy a pensarlo muy detenidamente...
Cuerpo a tierra.
ResponderEliminarDejó Simbad de atender a las señales del suelo y casi se ahoga .
ResponderEliminarSublime!
ResponderEliminarA.- Pierna.
ResponderEliminarB.- Pata.
Mis disculpas.
C.- Cámara neumática.
ResponderEliminarmaravilloso
ResponderEliminarserpiente plateada
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