
Dejaba atrás Gallegos de Hornija, Villasexmir, Torrelobatón. Cruzaba el páramo. Castilla la Vieja. Entre las sábanas. En la caja del gran camión. Biblioteca, dormitorio, cuarto de baño, cocina, buena despensa. Sólo un ruido. El leve rugido del potente motor. Y a lo sumo otro. Neumáticos nuevos sobre la pista recién asfaltada. Llega la noche. Ahí fuera andará el lobo. Y quizá el gran duque. Y el frío extremo. Dentro, placer. Mas ¿quién conduce?
Caramba Ferrer, este sueño también lo tuve yo.
ResponderEliminarDesde Vinuesa llegaba hasta Laguna Negra y el camión era de color de caramelo.
Qué noches! ¿verdad?
Buen viaje... no vas con piloto automático como vamos todos a algunas horas... jajaja
ResponderEliminarSaludos
¿ Es Un MAN ? Estoy casi seguro. El camión más bonito de la literatura española es el Volvo rojo en el que viaja como autoestopista y copiloto desde Bélgica hasta la Península Ibérica el protagonista apnéico de Alimento del Salto de J. Fernández de Castro.
ResponderEliminarNótese también que a las ruedas de un Volvo rojo, creo que el mismo modelo pero es sólo una intuición, intenta arrojarse un hombre arrelado y arrancado de la tierra en las escenas finales de la película Amanece que no es poco.
Leviatanes.
Para incrementar su velocidad, sus
ResponderEliminarRPM,
¿ Conferimos más blanco ?
( Conduce un canguro).
( Diablo
ResponderEliminarsobre ruedas )
No sé si es sueño o realidad pero tengo una imágen de hace años: preciosos y enormes camiones en la 5º Avenida, NY. Y también, una exposición de esculturas de Botero.
ResponderEliminarParece que vamos asomando todos...
Níquel sigue sin empezar.
El Volvo rojo podría ser http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:aTkZNWOp7HsJ:commons.wikimedia.org/wiki/File:VOLVO_TRUCK_AUG_31_2007_WASHINGTON_BLVD_LOS_ANGELES_IMAGE_PATRICE_RAUNET_HOLLYWOOD.jpg+volvo+truck+aug&cd=1&hl=es&ct=clnk&gl=es
ResponderEliminarVamos asomando todos al acabarse el verano, al menos por aquí (mínimas en torno a los ocho grados). Los vencejos se fueron hace días y los milanos negros se agrupan en pequeños bandos para cruzar los collados pirenaicos. Todos (todo) hacia el sur.
ResponderEliminarEl sur también existe.
ResponderEliminarBenedetti dixit.
No fue ( fué) el verano sino
ResponderEliminarun considerable socavón
que sometía a perpetuidad
mis perplejas almas. Pero el cuerpo
acabó por devorarlas
al contemplar
el albo transporte
acelerado
al límite ineludible
de la tersa instantánea.
Al que madruga, dios no lo ayuda. Porque no existe.
ResponderEliminarLas cigüeñas de mi pueblo, se suelen quedar en invierno, aunque los indeseables del Ayuntamiento, cada vez les ponen más difícil anidar.
Yo para ser feliz no quiero un camión. (Recuerdan?)
Quien espera desespera. Y una vez desesperado, se aleja. Decía Cicerón... "De duobus malis minus est semper eligendum."
Feliz fin de semana!
Al conductor no deberían importarle los placeres que se producen dentro.
ResponderEliminar¿Debe importar a los que disfrutan del placer quien los conduce?
¿Importa al placer el motor y los neumáticos?
El placer se conduce solo.
Saludos
Francesc Cornadó
Ya se han ido los vencejos? Aquí aún andan cuidando la nidada. Por cierto, este año han conseguido hacer un nido en el garaje...dormimos con la puerta abierta por no disturbar. La verdad es que nunca cerramos ninguna.
ResponderEliminarIs, parece usted el Ave Fénix!! :)
Besos desde la estepa.
Me temo, V. Dama, que no hablamos de lo mismo. Sus vencejos, por lo que cuenta de la nidada y el garaje no serán tales, serán aviones comunes, y no se sienta menospreciada por el calificativo de los pajarillos en cuestión.
ResponderEliminarVayapordios, Sr. Lerín!! Cuando aprendo que no son golondrinas sino vencejos...viene Usted y me dice que son aviones comunes... (Y además, "comunes", jajaja,cómo me va conociendo...jaja)
ResponderEliminarSean lo que sean, espero que Carina, una de mis gatos, no se los coma!
Un beso cálido.
Sin verlos... De todas maneras si creía que eran golondrinas y anidan dentro del garaje, lo más fácil es que sean golondrinas... eso sí comunes (está predestinada) ya que la golondrina dáurica no frecuenta la proximidad humana. El nido de la golondrina común es una taza apoyada sobre una viga u otra base; una taza abierta por arriba que permite ver los pollitos.
ResponderEliminarQuedamos pues, en que son golondrinas "comunes" (a mi pesar). La viga, el nido con forma de taza...sí.
ResponderEliminarPermítanme interrumpir esta agaradable conversación taxonómica ¿? El Volvo antes mencionado era probablemente de la clase F aunque el sugerido por FFL es épico.
ResponderEliminarFrancisco Pino.
ResponderEliminar-Ya era hora-.